Los trastornos alimentarios, en particular la anorexia nerviosa, pueden ser mortales. Las siguientes listas explican las muchas consecuencias médicas de la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa.
Entre el 5 y el 20 por ciento de los anoréxicos morirán.
El músculo cardíaco cambia y su latido se vuelve irregular, lo que puede llevar a un paro cardíaco y a la muerte. La deshidratación, los cálculos renales y la insuficiencia renal pueden causar la muerte. El daño hepático (que empeora si el abuso de sustancias también es un factor) puede resultar en la muerte. La menstruación a menudo se detiene, incluso antes de perder mucho peso. Esto se llama amenorrea y puede llevar a infertilidad y pérdida ósea u osteoporosis. Los músculos se desgastan, resultando en debilidad y pérdida de función. La digestión lenta causada por la falta de energía y la disminución de la función corporal produce irritación intestinal y estreñimiento. La pérdida permanente de calcio óseo conduce a fracturas y problemas de por vida de osteoporosis. La persona se vuelve intolerante al frío (especialmente en las manos y los pies) y tiene los ojos hundidos, pérdida de cabello, hinchazón y piel seca. El sistema inmunológico se debilita. La piel se vuelve seca y manchada y tiene un tono gris o amarillo poco saludable. Se puede presentar anemia y desnutrición. Pueden producirse desmayos, trastornos del sueño, pesadillas y confusión mental. Además de estas complicaciones, las siguientes complicaciones médicas comunes asociadas con la bulimia nerviosa son el resultado de ciclos repetidos de atracones y purgas:
Se puede presentar pérdida de masa muscular por vómitos excesivos. El vómito y el abuso de laxantes y diuréticos eliminan el cloruro de sodio y el potasio del cuerpo, lo que provoca un desequilibrio electrolítico. Se puede presentar arritmia (latidos cardíacos irregulares), lo cual, en última instancia, puede llevar a la insuficiencia cardíaca y a la muerte. Los ácidos estomacales en el vómito pueden erosionar el esmalte dental, resultando en daños tales como caries y decoloración. Los ácidos pueden entrar en las glándulas salivales en el mes, causando glándulas inflamadas en el cuello, cálculos en los conductos salivales y «mejillas de ardilla». El vómito autoinducido puede provocar irritación y desgarros en el revestimiento de la garganta, el esófago y el estómago. El abuso de laxantes puede crear una dependencia y resultar en la incapacidad de tener evacuaciones intestinales normales. El abuso de medicamentos para ayudar a inducir el vómito, como la ipecacuana, puede resultar en toxicidad, insuficiencia cardíaca y muerte. Se pueden presentar úlceras pépticas. Las consecuencias médicas del trastorno por atracones compulsivos se asocian con mayor frecuencia con la obesidad e incluyen las siguientes:
Presión arterial alta, niveles elevados de colesterol y niveles elevados de triglicéridos, que pueden causar endurecimiento de las arterias y enfermedades cardíacas. Aumento del riesgo de cáncer de intestino, de mama y de reproducción. Aumento del riesgo de diabetes. Aumento del riesgo de daño artrítico en las articulaciones.